Yumbo, 24 de abril de 2018. Epsa, una empresa Celsia, en conjunto con la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca, Aunap, repobló con otros 360.000 alevinos de bocachico (Prochilodus magdalenae) y mojarra criolla (Caquetaia umbrifera), en el embalse del río Prado, ubicado en el departamento del Tolima.
En la jornada se contó con la participación de las alcaldías de Prado y Purificación, así como líderes de las comunidades, asociaciones de pescadores y ambientales.
“La compañía comenzó estos repoblamientos desde 2013, y desde entonces hemos sembrado más de dos millones 100 mil alevinos en 11 jornadas. Esta es una cantidad de peces muy importante con la cual estamos contribuyendo a la conservación de estas dos especies para la sostenibilidad del embalse. Con ello también estamos favoreciendo la pesca comercial, deportiva y de subsistencia, así como la actividad económica de la comunidad local”, afirmó Francisco Murcia, líder de Generación Hidráulica de Celsia, quien además expresó que “Queremos agradecerle muy especialmente a Cortolima, que participó de la jornada y quien además es un garante del cumplimiento de Epsa de este compromiso acordado con las comunidades”.
Esta actividad hacer parte de los acuerdos de la consulta previa que la compañía adelantó en 2011 con las comunidades indígenas de Yaporogos Taira y Aco Viejo Patio Bonito, para el Plan de Manejo Ambiental de la central hidroeléctrica de Prado.
La compañía le hace un llamado a las comunidades para que no capturen a los alevinos antes de haber iniciado su fase de reproducción, con el propósito de lograr aumentar las poblaciones de peces nativos en el embalse y permitir su sostenibilidad.
Hidroelectricidad sostenible, privilegio de Colombia
Estas acciones evidencian los beneficios que obtienen las comunidades vecinas a los proyectos hidroeléctricos que se desarrollan con un enfoque de sostenibilidad. Es decir, con un manejo respetuoso y científico de las variables sociales y ambientales del embalse. Colombia tiene una base de generación hídrica amplia y potente, que de acuerdo con el Foro Económico Mundial, es la cuarta más limpia en generación eléctrica del mundo, gracias a su riqueza hídrica y a su topografía quebrada, que favorece el embalsamiento de los afluentes para obtener energía limpia y económica. Los municipios de la zona de influencia reciben transferencias económicas así como las corporaciones autónomas regionales. Los embalses protegen las cuencas con reforestación y cuidado de la biodiversidad, para asegurar el abastecimiento y la calidad del agua. Países como Noruega han sabido aprovechar estos privilegios con un enfoque sostenible, y el 95% de su energía es basada en el recurso hídrico.
Sobre el embalse de Prado
La central hidroeléctrica y el embalse de Prado fueron puestos en operación en 1973 con el propósito de almacenar agua para generar energía. Este reservorio artificial tiene una extensión de 4.200 hectáreas y 28 kilómetros son navegables, razón por la cual es conocido como el ‘Mar interior de Colombia’.