Son 1.407 hectáreas reforestadas en 19 municipios del Valle del Cauca beneficiando así la protección de 20 cuencas hidrográficas. El proyecto, apoyado por CVC, trabaja de la mano de las comunidades. En este año se generaron más de 500 empleos.
Yumbo, 12 de octubre. ReverdeC, el proyecto de Celsia y Epsa, que cuenta con el apoyo de la Corporación Autónoma del Valle del Cauca, CVC, cumplió la promesa del primer año: llegar a un millón de árboles sembrados en 1.407 hectáreas de 19 municipios del Valle del Cauca. Gracias a estas siembras, se pudieron proteger 20 cuencas hidrográficas, que son las principales fuentes de agua dulce de la mayoría de los municipios y las que mantienen la biodiversidad e integridad de los suelos.
Y cumplir esta meta de sembrar un millón de árboles este año fue posible gracias a las comunidades de la región, quienes participan en las siembras y en los mantenimientos de las zonas reforestadas y también a un grupo que aliados que se unieron a este proyecto: el Sena, el Comité de Cafeteros, el Fondo del Agua por la Vida, el proyecto Ganadería Colombiana Sostenible Fedegan y la Gobernación del Valle.
Durante este primer año, se invirtieron $10.405 millones y se logró consolidar el trabajo con 12 organizaciones comunitarias de base, por lo que fue posible generar 527 empleos en el Valle, pues 100% de la mano de obra y los proveedores de insumos son de la región.
“Estamos orgullos y felices de cumplir con el primer millón de árboles y continuaremos trabajando para que en 9 años cumplamos con la gran meta de los 10 millones de árboles. Pero lo más importante es que cada árbol que sembramos pertenece a una especie nativa de la región y siete de estas especies que sembramos son especies amenazadas, por lo que estamos haciendo un gran aporte a la conservación de los bosques”, afirmó Ricardo Sierra, líder de Celsia, empresa de Energía de Grupo Argos, a la vez que recordó que este es un proyecto voluntario de la compañía y nace del compromiso de devolverle a los bosques todo lo que nos han dado en tantos años.
A su turno, Rubén Darío Materón, director general de la CVC, afirmó que “la entidad ha apoyado en forma decidida la siembra anual de un millón de árboles en cuencas hidrográficas abastecedores de desarrollos hidroenergéticos regionales como respaldo a esta iniciativa de Celsia. Así mismo, en el último año, hemos desarrollado con tesón programas como Banc02 y Acuerdos Recíprocos por el Agua, convocando esfuerzos de empresas privadas, públicas y comunidades, para mostrar resultados que hoy saltan a la vista”, dijo Materón.
A la vez que resaltó que el Valle del Cauca salió muy bien librado del informe de deforestación que dio a conocer el Ideam, “pues mientras este flagelo aumentó un 44% en el país, en nuestro departamento la tendencia es a la baja. Y esto continúa, seguiremos apoyando a Celsia con ReverdeC, porque estamos seguros que así construimos hechos de paz con la naturaleza”.
De la mano con las comunidades
Con 387 kits de sostenibilidad entregados a los propietarios de diversos predios ubicados en zona de bosque, se pudieron sembraron 96.750 árboles en los municipios de Alcalá, Guacarí, Jamundí, La Victoria, Obando, Trujillo, Tuluá y Versalles. Estos kits contienen 2 kilos de semillas de pan coger y 250 árboles por hectárea, con especies que pueden servir para el consumo o su comercialización. A los beneficiarios también se les reconoció el valor de un jornal empleado para la siembra y mantenimiento de los árboles.
Las comunidades también participaron en siembras voluntarias comunitarias, experiencias que se realizaron en zona rural de los municipios de La Unión y El Dovio, en el norte del Valle, con la participación de 110 personas entre comunidad, líderes, estudiantes y niños quienes vivieron la experiencia de sembrar 1.100 árboles en sus territorios.
“Estas siembras comunitarias fueron muy emocionantes, pues hubo un vínculo directo entre las familias. Participaron niños, padres, abuelos. Esto es lo bonito, involucrar a todos los actores y lograr esa unión en torno a una actividad tan hermosa como sembrar un árbol”, comentó Jaider Giraldo, promotor ambiental de Asoprovida (Asociación Protectora a la Vida).
Wilber Osorio, estudiante de la Institución Educativa José María Falla, también se mostró emocionado con esta actividad: “Esto significó darle un aporte al medio ambiente, tener un mejor aire, más vegetación en esa vereda. Un profe nos dijo que antes de morir debíamos sembrar todos los árboles que pudiéramos: ya me puedo morir tranquilo”, dijo el joven.
Educación y sensibilización
El proyecto ReverdeC también visitó 16 instituciones educativas donde se realizaron talleres de sensibilización sobre la protección del medio ambiente. Más de 1.020 niños y niñas participaron de estas actividades. Y con los Ciclos ReverdeC se realizaron 16 talleres para el cuidado del medio ambiente y la sostenibilidad de las siembras a los cuales asistieron 320 personas que trabajan en el programa.
“Es muy importante todo el trabajo que se ha venido desarrollando con el proyecto ReverdeC, ya que es vital para nosotros como docentes formadores y guías en los procesos de sensibilización en los estudiantes frente al cuidado y conservación del medio ambiente a través de la reforestación”, Genny Leona Hernández, docente de la Institución Educativa Magdalena Ortega en La Unión, Valle.
Y con el programa Emprende Rural del Sena, el proyecto está adelantando un curso con las comunidades de Buga y Trujillo con las cual 75 personas están aprendiendo técnicas de producción de plántulas en vivero. Los participantes hacen las prácticas en uno de los viveros del proyecto, ubicado en Riofrío, y a futuro el Sena les apoyará con un capital semilla para que puedan tener viveros pequeños en sus tierras.
Otros datos que Reverdecen
- Actualmente el proyecto tiene dos viveros donde se producen las plántulas: uno en Riofrío, con capacidad para 150.000 y otro que se construye en la ciudad de Palmira, en el cual se producirán un millón de plántulas anuales.
- La mayoría de las especies sembradas son protectoras de las cuencas hidrográficas, aportan nutrientes a los suelos, producen follajes ricos en nitrógeno y otro son frutales. Siete son especies amenazadas y con estas siembras se contribuirán a su preservación: Cedro de altura, negro y rosado, caracolí, caoba, roble andino y pino romerón.
- Los colaboradores de la organización se unieron a las siembras donando su tiempo en el fin de semana, a través del programa de Voluntariado Corporativo. Se realizaron 8 actividades, participaron 570 voluntarios con sus familias logrando sembrar alrededor de 7.000 árboles.