Febrero 16 de 2024. Gente trabajadora, echada pa’ lante y con deseos de mejorar su calidad de vida, así son los habitantes del barrio La Estación, de Alcalá (Valle), quienes con esfuerzo y tocando puertas de varias entidades han pasado de ser un asentamiento a un sector con vías de acceso organizadas, poco a poco han levantado sus casas en madera, otras en bareque, unas cuantas, en concreto, y hoy también pueden decir con alegría: ¡tenemos energía legal!
“Es una maravilla que tengamos oficialmente la energía porque la necesitábamos, estamos contentos con todo lo que ha hecho Celsia. Teníamos muchos inconvenientes, no había energía, lo que teníamos no alcanzaba a ser eficiente y suficiente para los hogares”, menciona Campo Elías Gallego, uno de los líderes que junto a Celsia ha trabajado hombro a hombro para lograr que el proyecto de extensión de redes sea una realidad.
El camino por tener energía legal comenzó hace más de tres años, cuando se realizaron los primeros acercamientos con Celsia y la Alcaldía de Alcalá, esta última debía avanzar con los permisos para que la compañía pudiera realizar diseños y comenzar a extender las redes.
Trabajo en equipo
En un trabajo mancomunado, entre líderes de la comunidad, la Alcaldía del municipio y personal de Celsia y sus aliados contratistas, comenzó a ejecutarse la obra. Durante 4 meses se llevaron a cabo los trabajos, los cuales incluyeron la instalación de más de 3.4 kilómetros de redes de media y baja tensión y 16 transformadores para finalmente brindar energía legal a 150 nuevos clientes.
“Este es un asentamiento que tenía conexiones irregulares que los ponían en riesgo, sobre techos, sobre zinc” contó Eduardo Antonio Vásquez, técnico electricista de la empresa aliada.
Apoyo comunitario
Además de llevarles energía legal, las obras están acompañadas de las acciones del equipo de gestión social como la entrega de filtros de agua para facilitar el acceso de la comunidad al agua potable y segura para el consumo, kits escolares para los niños, la demarcación y los arcos para una cancha de fútbol, y un parque infantil, actividad que se desarrolló de la mano del Voluntariado Conecta del Grupo Argos. Además, la comunidad recibió formación en talleres de formación en uso eficiente de la energía, la donación de bombillos ahorradores y parte de las instalaciones eléctricas internas de sus viviendas.
La comunidad está agradecida
Campo Elías Gallego, líder del sector: “Imagínese uno bien necesitado y se le quemaba el televisor, la neverita, entonces nos vimos en la necesidad de hacer todo por las vías legales y no exponer nuestros artículos”.
Gloria Patricia Cárdenas, habitante del sector. “No se podían utilizar las lavadoras, las plantas de música por la cuestión de la corriente, a veces había energía y a veces no, la refrigeración de medicamentos, los alimentos. Hace dos años tenía el lote, pude hacer mi propia casa, tener energía fue el empujoncito”.
Conéctate a lo bien, porque tu buena energía es la legal.