Celsia logra récord ambiental: sembró 10 millones de árboles nativos y va por más con su programa ReverdeC

Yumbo, 12 de diciembre de 2022.

ReverdeC nació en medio de la sequía del Fenómeno del Niño, en 2015, cuando muchos municipios del Valle del Cauca tuvieron “pico y placa” de suministro de agua. Esa crisis inspiró este programa voluntario de Celsia, empresa de energía del Grupo Argos, que en su momento se puso como meta sembrar 10 millones de árboles nativo en 10 años, y la lo logró antes de tiempo.
Estos árboles sembrados en más de 6.000 hectáreas del país permiten recomponer y reparar el paisaje para que vuelva a su condición original y se hace de la mano de las comunidades que habitan en las zonas. A este proceso se le conoce como restauración ecológica participativa.

Ahora la meta de la compañía es continuar sembrando de la mano de las comunidades, aliados científicos y ciudadanos, que pueden donar desde un árbol a través www.reverdec.org

Así va ReverdeC Colombia

• A la fecha, van 10,2 millones de árboles sembrados por Reverdec y otros 1,9 millones sembrados de la mano de aliados como Grupo Éxito, la Fundación Grupo Argos y la Gobernación del Tolima.
• 6.078 hectáreas de 40 cuencas hidrográficas ubicadas en departamentos de Valle, Antioquia y Tolima, y recientemente en el Atlántico, donde el programa también está restaurando zonas de manglar en la ciénaga de Mallorquín (un ecosistema clave para mitigar el cambio climático mundial) y sembrando especies de bosque seco tropical que aportan a la restauración y conservación de la cuenca del canal del dique.
• 300 especies sembradas como arrayanes, nogales, vainillos, nacederos y guadua. También se siembran diez especies de árboles que se encuentran en categoría de amenaza: Algarrobo, Roble, Cedro Negro, Comino, Caoba, Cedro de altura, Cedro rosado, Sangretoro, Pino colombiano y Olor.
• Dos viveros propios, ubicados en el Valle, tienen capacidad para 1,5 millones de plántulas. También se acude a viveros comunitarios en zonas como Antioquia, Tolima y Atlántico.
• 100% de mano de obra local, más del 30% mujeres.

“La crisis de agua del 2015/16 nos inspiró para crear ReverdeC. Este es un programa voluntario que nos soñamos en Celsia como una manera de proteger el agua y los ecosistemas, iniciamos en el Valle y hoy ya estamos en tres departamentos más. Seguiremos trabajando para llegar a más bosques y cuencas y tenemos el sueño de sembrar 30 o 40 millones de árboles. No es una tarea fácil, pero de la mano de las comunidades y aliados seguro lo vamos a lograr. Hemos llegado a lugares impensados con el entusiasmo de las comunidades y son ellos los que hoy nos ayudan a cuidar todos esos árboles que están creciendo y protegiendo el agua”, afirmó Ricardo Sierra, líder de Celsia.

El poder invisible de los árboles

Es increíble lo que los árboles pueden hacer: además de dar sombra, producir oxígeno, purificar el aire, proteger los ríos, dar frutos, evitar la erosión… atraen especies de animales poco vistas y que son vitales para los ecosistemas. En la cuenca alta del río Riofrío, del municipio del mismo nombre, en el Valle del Cauca, una cámara oculta mostró un pequeño trigrillo (Leopardus tigrinus) que se paseaba inquieto por medio de los arbustos que fueron sembrados allí con el objetivo de crear franjas de vegetación para permitir la conectividad de flora y fauna. Hacía muchos años no se veía una especie de estas.

En otros predios de Riofrío, más hacía el norte, también se han visto monos nocturnos, una especie en categoría de amenaza y vulnerable, debido a la pérdida de su hábitat. Regresaron porque ahora hay árboles frutales para su alimentación y preservación.

No han sido las únicas especies en regresar. En la cuenca del río del Cartama en Antioquia también volvieron los osos de anteojos que están considerados en vía de extinción. “Desde que reforestamos esos predios con árboles frutales el oso volvió al sitio a buscar comida. Lo hicimos con esa intención”, cuenta Nury Cardona, de Támesis, Antioquia, líder ambiental de esta zona.

En la reserva Madhú, Valle del Cauca, Nelson Burbano, cuenta que el sitio “era un potrero limpio. Empezamos a sembrar casi 200 árboles por día y ahora están creciendo muy bien. La gente está tomando conciencia de la importancia que no es sembrar por sembrar sino que hay que restaurar y cuidar”. En este bosque también las cámaras han dado cuenta del regreso de águilas crestadas (que están en peligro de extinción), pumas y osos de anteojos que merodean entre árboles y hojas.

Los milagros de la restauración ecológica

La restauración ecológica busca volver un ecosistema alterado o dañado a un estado muy cercano a lo que era antes de haber sufrido el daño.

Sus objetivos se logran a mediano y largo plazo, pues va más allá que solo plantar árboles. “Trabajamos con semillas locales y nativa. Los procesos de observación y estudio de las especies son las que nos permiten a lo largo del proceso ir seleccionando cuáles son las que nos dan los mejores resultados”, explica William Vargas, botánico, agrónomo e investigador que hace parte del programa ReverdeC.

“Estamos transcendiendo del modelo simple de sembrar árboles, para hacerlo en función de recuperar un eco­sistema. Con Celsia nos enfocamos en promover la restau­ración y conservación de ecosistemas que benefician la biodiversidad, que generan conectividad y que conser­van el agua. Por eso, no sembramos lo mismo en todos los sitios; recorremos cada terreno e identificamos la necesidad de cada uno. Cada sitio requiere de una mirada y atención particular, no es una receta que se repite en todo”, explica Vargas.

Conoce más del programa en www.reverdec.org